Realizará esta semana la primera sesión presencial luego de legislar un año y medio en forma virtual debido a la pandemia.
Por Diego Guglielmone
El Senado realizará esta semana la primera sesión presencial luego de legislar un año y medio en forma virtual debido a la pandemia de coronavirus, aunque se establecerá una serie de protocolos para ingresar al hemiciclo de la Cámara que incluirá que los legisladores deban tener su esquema completo de vacunación y someterse a un testeo previo.
La decisión fue confirmada el jueves por la Presidencia de la Cámara alta, a cargo de la vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner.
“Los legisladores deberán estar vacunados con dos dosis y se realizará un test rápido de Covid para ingresar al recinto”, aclararon desde el despacho de Fernández de Kirchner.
La sesión, en principio, se llevará a cabo el miércoles a las 18, con un temario que será resuelto en una reunión de Labor Parlamentaria que será citada para el martes.
La última vez que el Senado celebró una sesión de manera presencial fue el 12 de marzo de 2020, ocho días antes de que el Poder Ejecutivo decretara la cuarentena por la pandemia.
La Cámara alta estuvo sin funcionar durante dos meses, hasta que oficialismo y oposición se pusieron de acuerdo en la celebración de sesiones mediante videoconferencia y luego de que la vicepresidenta consultara con la Corte Suprema de Justicia acerca de la validez de la realización del trabajo legislativo mediante una plataforma virtual.
En ese momento, el recinto del Senado se acondicionó para los debates vía web con varias pantallas gigantes instaladas sobre la última fila de asientos del hemiciclo, de frente al sillón de la Presidencia de la Cámara.
A medida que fueron avanzando los meses, y con la caída de casos de coronavirus, el ingreso de legisladores al recinto fue ampliándose hasta llegar a la docena de senadores que podían ir turnándose para hacer uso de la palabra.
De hecho, este fin de semana será utilizado para el personal técnico de la Cámara alta para desmontar el complejo sistema de audio y de video que permitió realizar 29 sesiones en las que se aprobaron asuntos como la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo o la Reforma Judicial y los cambios en el funcionamiento del Ministerio Público Fiscal.
En mayo del año pasado la Fernández de Kirchner firmó un decreto parlamentario (DP) para establecer el modo en que se iban a celebrar las sesiones durante la pandemia. Ese decreto fue prorrogado cada dos meses con la anuencia del cuerpo legislativo.
El 31 de agosto, la vicepresidenta volvió a firmar un DP prorrogando la modalidad a distancia por 60 días más, ad referéndum de lo que decida el pleno legislativo.
Como los senadores no volvieron a sesionar, ese instrumento no fue ratificado y, por lo tanto, se puede volver a la presencialidad de manera natural.
La sesión del miércoles, cuyo temario aún no fue resuelto, será, asimismo, la primera luego de un mes y medio de parálisis legislativa.
La última reunión parlamentaria se llevó a cabo el 19 de agosto y, desde entonces, el Senado entró en receso ya que sus integrantes se volcaron, mayoritariamente, a la campaña de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO).
La Cámara alta continuará con el trabajo parlamentario durante todo octubre y es probable que en noviembre se vuelva a entrar en un nuevo receso, teniendo en cuenta que el 14 se celebran elecciones legislativas para renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio de las bancas del Senado.
Un día antes de que la Cámara alta regrese a la presencialidad, hará lo mismo Diputados, según se informó el viernes oficialmente.
Allí la última sesión fue celebrada el 8 de julio, cuando el entonces jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, asistió a la Cámara baja para brindar su informe de gestión.